jueves, 26 de marzo de 2009

The Killers revienta Madrid




No podía ser de otra forma.
Un grupo que con solo tres discos es capaz de agotar las entradas para llenar el Palacio de los Deportes en un día, no puede hacer un directo que pase desapercibido.

La de ayer fue una noche muy esperada por miles de fans.

Tras la sorprendente actuación de los teloneros Louis XIV, una pantalla colosal reprodujo la cuenta atrás que en más de un caso se remontaba a meses atrás.

Todo empezó con Human.
El hit que ha reventado las listas de éxitos y el artífice del cambio de grupo indie, a una de las bandas más fuertes en el panorama actual.

Si algo caracterizó al concierto del domingo fue la constante euforia y el no parar de un público entregado a sus ídolos. A esto contribuyeron los artistas con un repertorio plagado de sus mejores temas con un buen puñado de canciones de su último disco, Day & Age.

El sentarse no era una opción.
Y menos cuando la puesta en escena, con tubos fluorescentes, un piano de espejo, su famoso teclado protegido por una K luminosa y la imbatible combinación de una pantalla gigante acompañada de una tela con decenas de bombillas de colores; obligaba a estar alerta.
Preparado para la siguiente sorpresa.

El tratamiento de temas como el de For Reasons Unknown, con su cantante Brandon Flowers coreado por el público; Sam's Town a piano; A Dustland Fairytale, que acabó su punteo de una manera más que emocionante y All These Things That I’ve Done, que sigue los pasos de convertirse en un himno universal; convirtió la experiencia en uno de los espectáculos del año.

Si a esta munición de los “Asesinos” le unimos armas tales como Read My Mind y Mr. Brightside el resultado acaba con un sobresaliente.

Muy inteligentes los de Las Vegas, reservaron la bomba para el final.
Pondrían fin a su gira europea con When You Were Young.
Vibrante y espectacular.
En el momento culmen de la canción, una lluvia de fuegos artificiales cayó sobre el escenario.
No se puede pedir más.

Bueno, me atreveré a pedirles que vuelvan, pero no solo para el FIB de este verano.
Que vuelvan para llenar estadios, y para poder tener, una vez más, la oportunidad de asistir al delirio que provoca la que puede empezar a considerarse una de las mejores bandas del mundo.

1 comentario:

Unknown dijo...

qué grande.
y qué grandes.